Separar la paja del centeno: «El peso del trabajo»
No cabe duda que vivimos en una sociedad «hiperinformada», modelada al amparo de una nueva revolución tecnológica, donde los medios digitales han cobrado un protagonismo inusitado, al proporcionar y facilitar el acceso a cualquier tipo de contenidos de forma instantánea. Sin embargo, dentro de esta «era de la virtualización» también toman forma los bulos y las técnicas de guerrilla de la comunicación. Contenidos falsos, con un interés de parte y que incrementan su proyección social gracias a la capacidad de ser difundidos masivamente.
Contempla la imagen, lee el texto y sigue las instrucciones; porque, a veces, las cosas no son lo que aparentan y quitando el ornamento podrás darte cuenta que subyace otra realidad.
El peso del trabajo
Como cada temporada, nuestro anónimo protagonista ha concluido de segar los terrenos donde trabaja. Su carreta está cargada y se dirige presto al lugar de destino, siguiendo el ritmo acompasado que le marca la yunta de reses. Sin embargo, en la mitad de su trayecto, el viejo carromato se ha detenido de improviso, como si el peso de su carga se hubiese duplicado. El campesino se percata que el aire que respira se ha llenado de un efluvio singular. Un perfume desconocido que le traslada a otro lugar. En ese momento, mira hacia la carreta y ve a contraluz la elegante silueta de un enorme zapato de mujer. Un rincón indescriptible de su mente se activa y ahora el hombre se ve en un lugar placentero, donde no existe la fatiga ni el dolor, la enfermedad ni el temor, la desigualdad ni el odio. Y así fue feliz. Pero, de súbito, el chillido de un conejo al ser cazado por un cernícalo lo hizo volver a la realidad, dándose cuenta que estaba soñando con los ojos abiertos. El sol está en su cenit y el hombre continuó su camino.
Ahora, hagamos un ejercicio mental, extrayendo el elemento «absurdo» de esta instantánea e intentando dar respuesta a las siguientes preguntas (busca ayuda si lo estimas necesario):
- ¿En qué lugar se desarrolla esta escena?
- ¿En qué época?
- ¿Qué es lo que transporta en la carreta?
- ¿Crees que las tierras donde trabaja son de su propiedad? En caso negativo ¿a quién podrían pertenecer?
- ¿Están bien alimentados los animales de tiro?
- ¿Con qué objeto se pudo haber hecho esta fotografía? ¿Y la postal en la que apareció?
Acto seguido, introduce de nuevo el elemento «absurdo», contesta a las mismas preguntas planteadas, dejando volar tu imaginación.
Ya tienes los ingredientes básicos para crear dos historias: una basada en hechos verídicos y contrastados, frente a otra donde la inventiva cobra protagonismo.
Déjanos la propuesta que quieras y comenta las que vayan apareciendo, generando (si se puede) un debate virtual.