Registro de salida: «Paneso»

Registro de salida

Este término, muy habitual en el argot del mundo de los museos para indicar que las piezas se mueven (del almacén o las salas expositivas hacia otro lado), lo usamos ahora desde el Museo de Historia y Antropología de Tenerife para hacerte llegar digitalmente algunos de sus fondos.
 
 

Paneso [11. 1995. 605]



El Diccionario Diferencial del Español de Canarias define «paneso» con dos acepciones:

1º. Panecillo hecho sin sal, al que se le atan algunas ramitas de poleo y salvia. Se bendice el día 3 de febrero, festividad de San Blas, y se le atribuyen cualidades terapéuticas contra los males de garganta.

2º. Bolsita de tela o cuero, que puede tener las formas más diversas, en cuyo interior se guarda la reliquia de algún santo.

El museo guarda entre sus colecciones un ejemplar de paneso que aporta la singularidad de tener un pequeño rollo de papel donde se especifica el nombre del objeto y el contenido de la bolsita, en este caso de cuero. Se podría describir como un trozo de correa de cuero doblado en dos, cosido a máquina en la zona central, uniendo las dos partes, y formando un receptáculo cuadrado donde previamente se ha introducido el contenido. La parte superior está provista, en el doblez redondeado donde va colocado el rollito de papel con la información, de un cuadrado recortado mientras que la inferior está, a su vez, recortada en forma de flecos. El rollito de papel reza lo siguiente:

Paneso:
1 Diente de ajo del rabo de la mata
3 Granos de trigo
1 Medalla
1 Aguja en cruz
Piedra dal (dícese o referida a la que está debajo del altar)
Azogue (granito parecido al cinabrio o mercurio)
Un pedazo de cuerno de cierva
Mostaza en grano

En nuestra región esta voz se encuentra prácticamente desaparecida y tan solo las personas mayores de algunas zonas rurales conocen su significado como sinónimo de resguardo, protector, amuleto o talismán. Se trata de un objeto al que se le atribuyen virtudes mágicas y es costumbre llevarlo encima como portador de buena suerte o como defensa contra cierto daño.

En Canarias esta suerte de talismanes, cuando son de tela y especiales para los niños, son también conocidas como resguardos. Aunque pueden ser de cualquier color, se han de acompañar de un lazo encarnado, a no ser que la propia bolsita sea de ese color.